El SMS como testimonio de nuestra evolución digital

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El SMS como testimonio de nuestra evolución digital

Introducción: el orígen del SMS

A principios de los años 80, en pleno desarrollo del nuevo estándar GSM (por sus siglas, Global System for Mobile Communications), surgió la necesidad de crear un método eficiente para poder enviar mensajes cortos dentro de la red móvil. Friedhelm Hillebrand, un ingeniero alemán especializado en telecomunicaciones, trabajaba en Deutsche Bundespost (la administración postal y de telecomunicaciones de Alemania Occidental) y participaba por aquel momento activamente en el desarrollo del estándar GSM. Fue allí donde, en 1984, propuso la idea de un servicio de mensajes cortos para móviles, definiendo el límite de 160 caracteres tras realizar estudios sobre la longitud promedio de mensajes escritos (como tarjetas postales y telegramas). 

Junto con Bernard Ghillebaert, desarrollaron los primeros prototipos de comunicación entre dispositivos móviles. La clave de su idea, era que los mensajes fueran lo suficientemente cortos como para usar la capacidad sobrante de los actuales canales de la red GSM, sin necesidad por tanto de realizar inversiones adicionales en infraestructura.

Tras varios años de análisis y desarrollo técnico, Friedhelm y su equipo demostraron que la tecnología era viable, y gracias a ello, en diciembre de 1992, el ingeniero Neil Papworth, que trabajaba para Sema Group Telecoms, envió el que se considera el primer SMS de la historia. Era un mensaje simple, que decía “Merry Christmas”, y fue enviado desde un ordenador a un teléfono móvil Orbitel 901 dentro de la red de Vodafone en Reino Unido, aprovechando los canales de señalización de la red GSM (específicamente el canal SDCCH, Standalone Dedicated Control Channel), que normalmente se usaba para establecer llamadas o actualizar información del dispositivo. Esto permitía enviar mensajes de texto sin necesidad de usar los canales de voz, haciendo el sistema eficiente y económico.

Lo curioso de este hito, es que el receptor del mensaje no podía responder al mismo, ya que por aquel entonces los teléfonos móviles no estaban equipados para escribir y enviar mensajes de texto. 

Tras este primer SMS, los acontecimientos se precipitaron con rapidez, y ya en 1993 la empresa finlandesa Nokia, lanzó al mercado el primer teléfono móvil con soporte para enviar y recibir SMS, el Nokia 2110 (aunque realmente no estuvo disponible para el gran público hasta 1994). El uso de los SMS en este terminal estaba limitado por las propias restricciones de compatibilidad entre las diferentes operadoras, pero esto fue rápidamente solventado, pues en 1995 se permitió la interoperabilidad entre las diferentes redes de telefonía móvil lo que supuso el verdadero punto de inflexión para la adopción masiva del SMS, cuyo culmen fue en 1999 donde finalmente se alcanzó la plena interoperabilidad entre operadoras, lo que permitió a los usuarios enviar SMS sin importar la red a la que pertenecieran. Estos hechos provocaron incluso avances en otras áreas tecnológicas, como el realizado por Nokia con sus funciones de texto predictivo (T9), lo que ayudó sin duda al impulso en el uso del SMS de manera exponencial y sentó las bases de su enorme éxito como medio de comunicación en la década siguiente.

La década dorada del SMS

Llegados a este hito, podemos afirmar que entramos en la década dorada del SMS, entre los años 2000 y 2010, donde el SMS se convirtió en una de las formas de comunicación más utilizadas en el mundo. Gracias al impulso constante de las operadoras, las cuales solían incluir entre sus tarifas paquetes de SMS (o incluso la gratuidad de los mismos), se incentivó enormemente su uso, llegando por ejemplo en el año 2003 a un volumen de 500.000 millones de mensajes anuales. 

Este hecho relevante se vio significativamente superado en 2005, cuando se marcó un verdadero hito en la comunicación moderna en telefonía, superando por primera vez los SMS a las llamadas de voz, instaurándose como el medio de comunicación preferido por los más jóvenes.  Esto se debió a la facilidad de uso, el bajo costo en comparación con las llamadas y la posibilidad de enviar mensajes de manera discreta, consolidando así una nueva forma de comunicación entre usuarios. En 2007, el número de mensajes enviados alcanzó un récord histórico de 2,4 billones a nivel mundial.

Llegados a este punto álgido en la historia de los SMS, lo que quizás ninguno de los involucrados en este proceso supo anticipar, es que los jóvenes encontrarían en los SMS (y más tarde en la mensajería instantánea) un medio de comunicación y expresión que se adapta a su ritmo de vida, a su necesidad de inmediatez y sobre todo al control del flujo de comunicación. El lenguaje corto, codificado, plagado de abreviaturas, emojis y referencias culturales, se acabó convirtiendo en una seña de identidad generacional. No se trataba sólo de comunicarse, sino de hacerlo en clave, en comunidad, en un espacio propio muy diferente a la llamada telefónica, donde el silencio puede ser incómodo, pero en el SMS es simplemente una opción. Es por tanto que el SMS empodera de alguna manera al emisor, que decide cuándo responder y cómo, o si responderá en absoluto. Esta asincronía en la comunicación móvil representó un cambio de paradigma (consolidado con el paso de los años). Ya no se prefiere la conversación continua, sino el intercambio fragmentado, que permite pausas, reflexión y distancia. 

Comienzo del declive y aparición de competencia

Esto nos lleva al año 2008, donde empezamos a ver los primeros indicios de competencia con el lanzamiento al mercado de Blackberry Messenger y en 2009 con la irrupción de Whatsapp. El avance tecnológico que supuso la aparición de los primeros smartphones, supone también que estas nuevas aplicaciones de mensajería instantánea gratuita se popularicen con rapidez, pues representaban una alternativa muy atractiva al modelo de pago de los SMS.

En el año 2010, vemos por primera vez cómo el uso de los SMS comienza a estancarse e incluso a registrar caídas en su uso. Las ventajas que ofrecían estas nuevas plataformas, como el envío de imágenes, vídeos o notas de voz superó las limitaciones de los SMS y provocó una adopción masiva por parte de los usuarios. Quizás un hito significativo fue en 2014, cuando Facebook adquiere Whatsapp por 19.000 millones de dólares y consolida la mensajería instantánea como el nuevo estándar de comunicación móvil por encima del SMS. 

A medida que el uso del SMS comenzó a declinar de forma evidente tras el auge de las aplicaciones de mensajería instantánea como WhatsApp, Telegram o Facebook Messenger, surgieron diferentes iniciativas para tratar de revitalizar esta veterana tecnología. Entre los intentos más destacados estuvo el desarrollo del RCS (Rich Communication Services), un nuevo estándar promovido por la industria de las telecomunicaciones que aspiraba a convertir el SMS en una herramienta moderna, capaz de competir con las funcionalidades avanzadas de las aplicaciones móviles actuales. El RCS fue concebido en torno a 2016 como una evolución natural del SMS: permitía enviar imágenes, vídeos, mensajes de grupo, confirmar la entrega y lectura de mensajes, y mostraba cuándo alguien estaba escribiendo, todo ello sin necesidad de una aplicación externa y dentro del propio ecosistema tecnológico del teléfono.

No obstante, aunque la idea era ambiciosa y técnicamente prometedora, su implementación resultó mucho más compleja de lo previsto. A diferencia de las aplicaciones privadas, RCS requería una adopción coordinada entre múltiples actores del ecosistema móvil: operadoras de telefonía, fabricantes de dispositivos, desarrolladores de software y proveedores de infraestructura. Esta fragmentación tecnológica sigue siendo a día de hoy uno de sus principales obstáculos. Mientras algunos operadores y fabricantes adoptaban el estándar con entusiasmo, otros lo hacían a medias o lo ignoraban completamente, generando una experiencia de usuario inconsistente y limitada según la red o el país.

En este contexto, Google asumió un papel protagonista al intentar impulsar RCS en Android a través de su propia plataforma de mensajería, Google Messages, habilitando el servicio incluso en países donde las operadoras no ofrecían soporte. Sin embargo, el esfuerzo de Google chocó con la negativa de Apple, que se negó a implementar RCS en sus dispositivos, manteniendo a sus usuarios dentro del ecosistema cerrado de iMessage. Esta falta de interoperabilidad entre los dos grandes sistemas operativos móviles limitó el potencial de RCS como sustituto universal del SMS. A pesar de los avances, el estándar no logra reemplazar al SMS de forma definitiva y sigue siendo, en muchos sentidos, una promesa a medio cumplir.

 

El SMS a día de hoy

A pesar de su declive como medio de comunicación personal, el SMS encontró un hueco en ciertos sectores para seguir manteniendo su presencia como medio de comunicación. En el año 2020, los SMS demostraron ser un medio muy efectivo para ser usados como autenticación de doble factor (2FA), lo que les llevó a ser una herramienta clave en la seguridad digital del sector financiero o de la administración pública. Además, es aún habitual que determinadas empresas, administraciones, centros de salud o avisos de emergencia sigan usando el SMS como canal de comunicación con sus usuarios. 

Llegado al presente, podemos afirmar que el SMS sigue presente en sectores estratégicos, pero su relevancia en la comunicación diaria ha disminuido considerablemente, y aunque su uso es marginal en comparación con las aplicaciones de mensajería, el SMS ha demostrado ser una tecnología resiliente, con una capacidad de adaptación que le ha permitido mantenerse vigente más de 30 años después de su creación.

 

¿Puede sobrevivir el SMS?

Las aplicaciones de mensajería instantánea, como WhatsApp, Telegram o Snapchat, han heredado el espíritu del SMS, pero lo han llevado más lejos. No solo permiten mensajes cortos, sino también imágenes, audios, stickers, reacciones… Han convertido la comunicación en una experiencia multicanal y emocionalmente más rica. Este paso no es una ruptura con el SMS, sino su evolución lógica: una adaptación del medio a las nuevas posibilidades tecnológicas y a una sociedad que busca expresarse de forma más visual, rápida y contextual. 

La preferencia por los mensajes breves no es una renuncia a la profundidad de otras formas de comunicación, sino una forma distinta de construir vínculos, y en esto el SMS ha sido el verdadero precursor, y quizás por eso mismo ese fue su argumento para lograr sobrevivir. Desprendido ahora de todo el adorno en la comunicación que supone la mensajería instantánea, el SMS mantiene su esencia pura, de mensaje corto y directo, dotado de cierto formalismo gracias al uso que del SMS hacen las entidades financieras o los centros de salud. Es por tanto esta actitud formal en la comunicación, la que aún le permite destacarse y la que sirvió para apuntalar el presente del SMS. 

Sin embargo, aunque el SMS está siendo útil para popularizar la adopción de técnicas de autenticación (2FA o OTP), en un contexto de ciberseguridad moderna, no se trata de la solución definitiva para este propósito, ya que aunque su simplicidad es la base de su fuerza, también supone su propia debilidad, y recientes estudios sobre la seguridad de las comunicaciones, apuntan a que debe ser una medida transitoria hasta que los usuarios y entidades acaben implantando otro tipo de medidas de mayor protección, lo que hace vislumbrar un futuro incierto del SMS en este contexto. 

 

Bibliografía y referencias

Hillebrand, Friedhelm. Short Message Service (SMS): The Creation of Personal Global Text Messaging. Wiley, 2010. Short Message Service (SMS) | Wiley Online Books

GSM Association. History of GSM and SMS. The Evolution of GSM Technology: A Comprehensive History

Papworth, Neil. “The First Text Message: ‘Merry Christmas.’” BBC News, 3 Dec. 2012, https://www.bbc.com/news/technology-20555620.

Statista. “SMS Traffic Worldwide from 2005 to 2022.” Statista, 2023, https://www.statista.com/

Wikipedia. Nokia 2110 Product Information. Nokia 2110 – Wikipedia, la enciclopedia libre

Why SMS-Based Two-Factor Authentication Is Insecure. Why Using SMS Authentication for 2FA Is Not Secure – Security Boulevard

SMS evolution, GSM Association, 11 June 2024. GSMA Official Document

RCS Messaging and the Future of SMS. The Rise of Rich Communication Services (RCS): From SMS to the Future of Messaging  – Dotgo

Facebook. “Facebook to Acquire WhatsApp.” Meta Newsroom, 19 Feb. 2014, Facebook to Acquire WhatsApp | Meta

 

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